miércoles, 19 de noviembre de 2008

La épica medieval

La épica medieval la forman sobre todo los cantares de gesta, poemas narrativos que relatan las gestas o hazañas de héroes históricos o legendarios. Estos poemas eran cantados por los juglares y se transmitian oralmente.

En Francia, la épica se centra en el llamado ciclo carolingio. Los poemas de ciclo carolingio se refieren al emperador Carlomagno y a sus caballeros. El más famoso de todos es la Chason de Roland (Cantar de Roldán), de autor anónimo, escrito en el sigo XI, tres siglos después de los hechos en los que se inspira: la derrota de Carlomagno en Roncesvalles a manos de un ejército árabe y la muerte del caballero Roldán, traicionado por Ganelón.

En el poema, Carlomagno, que ha conquistado ya toda España excepto Zaragoza, envía a esta ciudad a Ganelón para negociar con el rey moro Marsilio. Aquél, sin embargo, que se ha sentido ofendido por Roldán, sobrino de Carlomagno, pacta con Marsilio la traición. Ya de vuelta a Francia, los moros atacan al ejército francés. Roldán, apunto ya de morir, toca su olifante (cuerno de marfil) para prevenir a Carlomagno. Cuando éste llega, lo único que encuentra es el campo de batalla lleno de cadáveres. Entonces el sol se detiene milagrosamente para dar tiempo a que los francos alcancen y derroten a las tropas árabes de Marsilo. Alda, prometidda de Roldán, muere de dolor al conocer el trágico fin del caballero.

La Chanson de Roland es un poema épico que ensalza los valores del caballero crisitiano. Roldán representa al crisitiano perfecto, y al fiel vasallo. Este personaje solo comete un error, la insensatez de quedarse luchando y dejarse llevar por vencer. Este poema es un ecrito sencillo, rápido, con poca retórica, y muy interesante.

La épica francesa, al igual que la épica castellana, también hace uso del recuerso literario de la hipérbole (exageración), pero de un modo más excesivo. Como característica de la literatura francesa encontramos la apareción del elemento mágico.

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